El sospechoso del tiroteo todavía no ha sido capturado, y las autoridades han explicado que probablemente actuó solo, y su objetivo parecían ser los asistentes al desfile, a los que disparó desde una azotea cercana.
EFE Washington, Estados Unidos
Una testigo del tiroteo masivo que este lunes se cobró la vida de al menos 6 personas y dejó dos docenas de heridos en una pequeña localidad del estado estadounidense de Illinois le dijo a la cadena CNN que al principio pensó “que eran fuegos artificiales” por la celebración del 4 de julio.
La testigo explicó que la ciudad, Highland Park, de unos 30.000 habitantes, no suele tener fuegos artificiales en sus celebraciones del Día de la Independencia, por lo que le sorprendió escucharlos.
El suyo es uno de los múltiples testimonios que inundaron las cadenas de televisión y las páginas web de los diarios estadounidenses poco después de conocerse la noticia del tiroteo.
La mayoría de los testimonios describieron el sonido de los disparos como una ráfaga, con pequeños intervalos de silencio para que el autor pudiera recargar su rifle.
Las autoridades han descrito el arma recuperada en la escena del crimen como “un rifle de alto calibre”, sin aclarar si se trata de un arma semiautomática como la utilizada en el tiroteo masivo de Uvalde (Texas), en el que hace poco más de un mes murieron 19 niños y dos profesoras.
Otra testigo, que vino desde el estado de Arizona para ver el desfile del 4 de julio en Highland Park con su padre, describió a la CNN cómo vio a una niña morir de un disparo al darse la vuelta cuando trataba de huir.
“Experimentar esto en una fiesta que significa mucho para la gente porque viene con sus familias es una locura, y lo único en lo que podía pensar era en poner a mi hija a salvo”, le dijo otra testigo a la cadena ABC.
La mujer explicó que ver a tantas personas corriendo hacia ella le hizo sentirse “aterrorizada”, y eso la motivó a huir del lugar donde se había escondido con su hija -una tienda cercana-, y seguir corriendo.
Otro hombre le contó al diario The Chicago Sun Times que él y su pareja se separaron durante el caos, y cada uno se llevó a uno de sus dos hijos.
“Cogí a mi hijo e intenté entrar en uno de los edificios locales, pero no pude. Los disparos pararon, imagino que el tirador estaba recargando. Así que seguí corriendo y entré en un callejón y metí a mi hijo en un contenedor de basura para que estuviera a salvo”, explicó el hombre al periódico.
Más testigos explicaron el caos del momento, con personas corriendo despavoridas en todas direcciones, algo que puede verse también en diversos videos publicados en redes sociales por los asistentes al desfile del 4 de julio.
El sospechoso todavía no ha sido capturado, y las autoridades han explicado que probablemente actuó solo, y su objetivo parecían ser los asistentes al desfile, a los que disparó desde una azotea cercana.