Una de las localidades más afectadas de Alemania fue Schuld, donde varias viviendas se desplomaron y decenas de personas continúan desaparecidas
Más de 60 personas murieron y decenas estaban desaparecidas el jueves en Alemania y Bélgica después de que fuertes inundaciones convirtieran arroyos y calles en caudalosos torrentes que arrastraron autos y derribaron casas.
Las tormentas de los últimos días en partes de Europa Occidental han provocado desbordamientos de ríos y presas, desatando inundaciones repentinas en terrenos empapados que no podían absorber más agua.
“Lo lamento por aquellos que han perdido la vida en este desastre”, dijo la canciller alemana Angela Merkel durante una visita a Washington, expresando su conmoción por la magnitud de las inundaciones. “Todavía no sabemos el número. Pero serán muchos”. Merkel prometió que se hará todo lo posible para encontrar a los desaparecidos, y agregó: “Las intensas lluvias y las inundaciones no reflejan lo que ha sucedido”.Autoridades del estado de Renania del Norte-Westfalia señalaron que al menos 30 personas han muerto, mientras que en el estado Renania-Palatinado en el sur se han reportado 28 decesos. La prensa de Bélgica informó de ocho fallecimientos en el país.
Una de las localidades más afectadas de Alemania fue Schuld, donde varias viviendas se desplomaron y decenas de personas continúan desaparecidas.
Las labores de rescate se vieron obstaculizadas por caminos bloqueados y fallas en los servicios de telefonía e internet en Eifel, una región volcánica de colinas y valles. Algunos poblados quedaron reducidos a escombros después de que las antiguas viviendas de ladrillo y madera no pudieron resistir el impacto repentino del agua, que arrastró árboles y escombros a su paso por las estrechas calles.
Karl-Heinz Grimm, quien acudió a Schuld para ayudar a sus padres, dijo que nunca había visto al pequeño río Ahr desbordarse en un torrente de tal magnitud.
“Esta noche fue como una locura”, declaró.
Decenas de personas tuvieron que ser rescatadas de los tejados de sus casas en balsas inflables y helicópteros. Se desplegó a cientos de soldados para asistir en las labores de rescate.
“Hay personas muertas, hay desaparecidas, hay muchas que siguen en peligro”, dijo al Parlamento regional la gobernadora del estado de Renania-Palatinado, Malu Dreyer. “Nunca hemos visto un desastre semejante. Es realmente devastador”.
Miembros del 52do escuadrón de ingenieros civiles y varios voluntarios de la base aérea estadounidense en Spangdahlem llenaron y distribuyeron cientos de costales de arena para ayudar a proteger viviendas y negocios de la zona, señaló el comando europeo de Estados Unidos.
En Bélgica, el río Vesdre se desbordó y desató una corriente por las calles de Pepinster, cerca de Lieja, en donde una operación de rescate efectuada por los bomberos salió mal cuando un pequeño bote naufragó y tres ancianos desaparecieron.
“Desafortunadamente desaparecieron muy rápido”, dijo el alcalde Philippe Godin. “Me temo que estén muertos”.
En Verviers, la fiscalía señaló que se han encontrado varios cuerpos, pero no pudo confirmar los reportes de prensa de que cuatro personas murieron en el lugar.
Importantes carreteras quedaron inundadas en el sur y el este del país, además de que se suspendió todo el servicio ferroviario.
En Lieja, una ciudad de 200,000 habitantes, el río Meuse se desbordó el jueves y el alcalde pidió a las personas que viven cerca de la zona que se trasladaran a áreas más elevadas.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, prometió mandar ayuda, y el papa Francisco envió sus condolencias. Su oficina señaló que el pontífice rezaba por los heridos y desaparecidos, así como por aquellos que han perdido su sustento.
De momento se desconocía la magnitud de los daños, ya que muchos poblados quedaron aislados por inundaciones y deslaves que dejaron los caminos intransitables. Videos difundidos en las redes sociales mostraban autos flotando por las calles y casas medio derruidas en algunos lugares.
Muchos de los cadáveres no fueron encontrados sino hasta que las aguas empezaron a ceder.
Las autoridades del condado de Rin-Sieg, al sur de Colonia, ordenaron evacuar varios poblados bajo la represa de Steinbachtal por temor a que pudiera reventar.
Dos bomberos perdieron la vida durante operaciones de rescate en Renania del Norte-Westfalia, el estado más poblado del país. El gobernador Armin Laschet les rindió un homenaje y prometió enviar ayuda lo antes posible.
“Aún desconocemos la gravedad de los daños, pero no dejaremos solas a las comunidades y personas afectadas”, dijo en su visita a la golpeada ciudad de Hagen.
Laschet, un conservador que se postuló para reemplazar a Merkel en las elecciones de finales de año, señaló que las tormentas de magnitud inusual y una ola de calor previa podrían estar relacionadas con el cambio climático. Rivales políticos han criticado a Laschet, hijo de un minero, por apoyar a la industria de carbón de la región y obstaculizar la expansión de la energía eólica durante su gobierno.
Stefan Rahmstorf, profesor de física oceánica en el Instituto Potsdam para la Investigación de Impacto Climático, señaló que se desconoce si las precipitaciones extremas en Alemania son resultado directo del calentamiento global.
“Pero uno puede afirmar que eventos así están volviéndose más frecuentes debido al calentamiento global”, le dijo a The Associated Press, e hizo notar que el aire más caliente puede absorber más vapor de agua que a la larga cae a tierra en forma de lluvia.